Pero lo cierto es que me reía, conseguía hacerme reír. Comimos, cenamos, hablamos y dormimos juntos, si, si lo que oís, tal vez solo lo hacíamos para no sentirnos solos, y no, no pasó nada, pero el vínculo que había entre ambos, en ese momento era irrompible, pasamos cuatro días allí juntos, sin poder sentir nada más que amistad, entended, que nuestros corazones estaban rotos, y yo al menos era incapaz de sentir amor. Pero aquello lo que estábamos viviendo era un espejismo, lo cierto es que el tenía que hacer los exámenes de la universidad justo la semana que viene, y debía estudiar, además mis padres iban a subir al día siguiente, para quedarse unas semanas. Asique yo me quedaba y él bajaba, esas semanas no iban a ser muy felices, mas bien lo contrario. Esa misma tarde Jaime bajó y yo me quede sola, llamé a mi madre para decirle todo lo que tenía que traerse.
Pasaron los días…
El primer día, estaba demasiado cansada, y demasiado llena de él.
El segundo día, mis padres dando vueltas por la casa, yo no estaba de ánimos para ayudarles, para que me hablaran, me preguntaran.
El tercer día pensé en él, pensé mucho en… Jaime
El cuarto también.
El quinto quería hablar con él preguntarle como estaba, abrazarle…
El sexto vuelve los recuerdos, el bajón y él. Maldito… Alex
El séptimo, el octavo, el noveno, el décimo
Diez días sin saber nada de él, sin saber nada de nadie, sin una llamada, sin un mensaje, mis pensamientos se fueron alternando durante los siguiente cinco días, entre ambos.
El día numero dieciséis sin verle, ya todo me parecía un espejismo.
El día numero diecisiete estaba triste no le iba a ver…mi corazón me estaba traicionando, pero quería que traicionara, quería olvidar al otro y enamorarme de una persona mejor, como él, quería darle en los morros, quería ser mas guapa que ella, quería, quería, quería tantas cosas, quería no estar sola, quería vivir, volar, e irme, sobre todo quería huir con él.
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